6 cosas que no son amor, no te confundas.

El amor es un concepto bastante difícil de identificar. Hay momentos en los que juras por completo que te has enamorado, pero podrías estar confundiendo el amor por algo completamente diferente. Confía en mí, todos hemos estado allí. En uno de mis jams favoritos de los 90 de todos los tiempos, One Hit Wonder Haddaway preguntó:

» ¿Qué es el amor?»

Y aunque he crecido mucho desde que salió la canción por primera vez, todavía no podía decirle.

Mucha gente te dirá que cuando suceda, no habrá preguntas, solo lo sabrás . Y en un mundo perfecto que sería totalmente el caso, pero la mayoría de las veces, hay algunas conjeturas involucradas.

Digamos que cuando estás comenzando algo con alguien y estás en un punto en el que estás buscando algo serio, podrías cuestionar si lo amarás. Más adelante, a medida que las cosas comienzan a ponerse más serias, puede comenzar a preguntarse si está comenzando a enamorarse. Tal vez solo quieres algo serio con alguien por una vez, así que te convences de que es amor o simplemente estás tan emocionado con la idea de esa persona y ese enamoramiento se siente como el amor. Cualquiera sea el caso, aquí hay algunas cosas que debe tener en cuenta que puede confundir por amor. Al final del día puede haber algunas conjeturas, pero realmente no debería haber demasiado pensamiento involucrado.

Un artículo médico de la Universidad del Valle en Colombia explora más en el tema y rescata lo siguiente:

“Podemos decir que se comparte el amor así como se comparte el conocimiento: sólo se puede compartir aquello que se tiene. El amor auténtico por nosotros mismos impulsa a amar más y mejor a todos los que conviven en nuestro universo”.

¿Nos queremos? ¿Te quieres todos los días?

Por ello, para traer de vuelta aquellos amores que también son importantes en nuestras vidas. Los que nos ayudan a crecer. Empecemos a recordar:

1. Amor propio:

“Cuando hablamos de amor propio nos referimos al autoestima. Para entender mejor, debemos tener en cuenta el auto conocimiento. Lo importante que es reconocernos con defectos y virtudes. Luego, viene la aceptación: una vez que me conozco y sé como soy, debo tener la capacidad de ir aceptando cada una de esas cualidades. Finalmente, llega la auto valoración. Desarrollar las cualidades positivas para mejorar, e identificar aquellas que no nos hacen felices para cambiarlas”, señala la psicóloga y psicoterapeuta humanista Indira Medrano. Reconocer nuestras debilidades (y rebelarnos contra ellas), vigilar nuestras fortalezas (y compartirlar); eso es el amor propio. Ninguna persona es más especial que otras porque todas juntas lo son. Si eres padre, cultívalo en tus hijos. Diles lo orgulloso que estás de ellos cada minutos.

2. Amor entre hermanos:

El amor de familia es uno de los más importantes. En ella, establecemos nuestros primeros nexos como individuos sociales, empezando a desarrollar los valores. Uno de los subgrupos más importantes de la familia es aquel que establecemos con nuestros hermanos. El vínculo con ellos es fuerte desde el inicio, siendo una de las principales fuentes de lealtad a lo largo de nuestra vida.

«En la familia, aprendemos a manejar muchas cosas solo entre hermanos. Es un vínculo de amistad, pero con muchos más valores y unión, ya que al fin y al cabo es alguien de tu sangre», indica la psicóloga Indira Medrano.

3. Amor por las mascotas:

Te has preguntado, ¿cuán importante en tu vida es tu mascota?

Curiosamente, existen casos en los que como seres humanos llegamos a establecer conexiones mucho más fuertes con nuestras mascotas que con otras personas. Es un amor incondicional. Si nunca lo has conocido, mira la película sobre «Hachiko», la historia sobre la relación entre un hombre (Richard Gere) y el perro que recogió de la calle, hasta el súbito final del primero.

y aquí viene lo que creemos equivocadamente que son amor, pero no…

todas esas cosas que, quizás por entorno o por una mala elección en cuanto a las películas que te gustan, tú crees que son amor. Y que en absoluto lo son sino que más bien forman parte de lo que se pueden denominar relaciones tóxicas. O sea, que mejor cuanto más lejos.

– Amor no es controlar al otro/a: ¿te controla? ¿pide cuentas sobre dónde ha estado? ¿le genera inestabilidad saber que sales con tus amigas o que este fin de semana no os habéis visto apenas? Pues eso no es amor, que no te la den con queso. Eso es un ser posesivo, celoso y con una auto estima baja y por eso requiere tenerte amarrada, para sentirse mejor. Puerta.

– Amor no es menospreciar: ¿te hace sentirte pequeña? ¿Se vanagloria de sus éxitos profesionales y considera que tu trabajo no es importante? ¿te hace de menos cuando estáis con otras personas pero cuando estáis a solas es todo entrega? Pues eso tampoco es amor. Querer a otro es tratarle en igualdad.

– Broncas todos los días: claro que es normal discutir, por supuesto. E incluso a veces, muy sano. Pero lo que no es normal ni sano es tener una bronca día sí y día también. Y si esto os sucede es que algo no va bien y debierais bucear en las razones. Lo de quien bien te quiere te hará llorar es, aparte de falso, una frase que ha hecho mucho daño.

– Tampoco es un amor sano que te aísle de su entorno y te quiera solo para él: lo de los posesivos en el amor da un poco de miedo. La requerimiento de poseer al otro y de saber que está ahí tiene más que ver con las inseguridades propias que con querer de una forma saludable.

– Si requiere de la pareja para sentirse seguro, estable y cómodo y si todo pasa porque el otro/a apruebe cada paso que se da, háztelo mirar porque muy sano tampoco es. Claro que es importante sentirse arropado por otra persona y eso genera seguridad, pero sí sin esa persona te sientes irse y que no eres nadie, quizás debieras pedir ayuda a un experto.

– El amor no es manipulación: intentar conseguir algo porque hiciste lo que sea se llama manipular y ser un manipulador/a. El chantaje emocional no forma parte de una relación sólida y saludable. Es dañino y no lleva más que a un callejón sin salida.