La piedra luna es un cristal balsámico por naturaleza. Lo que significa que es absolutamente ideal para calmar nuestros nervios, serenar nuestro espíritu y nuestra mente.
De este modo evita rápidamente, aunque de un modo sutil, que nos dejemos arrastrar violentamente por algún suceso y que seamos capaces de adaptarnos relajadamente a la nueva situación. Así las emociones se convierten en algo armonioso y no nos arrastran a estados de ánimo negativos como la tristeza, la bajón, la ira, etc.
Es ideal para aquellas personas que son excesivamente activas y que no encuentran el modo de descansar. Por esto mismo es un cristal fabuloso para conseguir dormir bien, y si bien no ayuda con los diálogos torturantes de antes de dormir, sí nos permite tomar una actitud mucho más serena y relajada.
Su energía es equilibradora de modo que ayuda para reestablecer la armonía de cualquier situación y emoción descontrolada.
En personas reprimidas, que son incapaces de expresar lo que llevan dentro abre un canal de comunicación para que salga a la luz todo lo que llevan dentro. Incluso despierta la sensibilidad en personas insensibles o llamadas comúnmente «frías». Puede ser una herramienta muy útil si se está bajo alguna terapia psicológica.
Se puede tener como piedra decorativa en la casa para mantener los ánimos serenos y la armonía energética. Es además ideal si se combina con alguna piedra o algo de color azul porque potenciará sus capacidades.
Sin lugar a dudas, alguien que desarrolla el espíritu, realice las prácticas que realice no debería estar sin esta piedra que funciona en dos ámbitos principales.
Por un lado es un cristal que nos abre al desarrollo de nuestra intuición. De manera que nos ayuda a escuchar con mayor profundidad y precisión la voz de nuestro espíritu y de otros seres de luz con los que podamos querer contactar. En ese desarrollo se incluye no solo la limpieza de ese canal intuitivo, sino que también ayuda a que se vea amplificado, siendo por lo tanto origen de otras muchas «capacidades místicas» como la meditación, el manejo de energías y demás.
Por otro lado la piedra de luna, también llamada adularia, es una magnífica conexión entre el espíritu y el cuerpo. Es por ello muy útil para trabajar el mundo onírico y la meditación. Así, por ejemplo, puede ayudarnos a recordar nuestros sueños o a tener sueños más profundos y con más contenido. También puede mejorar la calidad de nuestras meditaciones haciéndolas mucho más profundas y enriquecedoras. Para aquellas personas que realizan viajes astrales, este cristal es muy útil para no desconectarse definitivamente de su cuerpo.
Es una de las piedras del segundo chakra, del 6º chakra y del séptimo chakra de modo que es fabulosa para activar la energía de estos importantes centros de poder.
Se recomienda para los desarreglos menstruales y de problemas endocrinos.
También es útil para combatir el asma, los molestiaes de cabeza de toda índole y los procesos febriles.
Cura las impurezas de la piel.
Corresponde el chakra de la corona.
Afinidad con los signos: Acuario, Leo, Piscis, Géminis y Sagitario
La piedra de la luna fue muy popular entre los romanos, los cuales creían que estaba compuesta de rayos de luz de luna, y en India, donde está considerada como una piedra sagrada. Esta piedra preciosa es la variedad más valiosa de feldespato. Tiene un brillo iridiscente conocido como adularescencia.
La piedra de la luna es un símbolo del Tercer Ojo y se considera que equilibra el ying/yang, protege de la epilepsia y de la insolación, cura los molestiaes de cabeza y las hemorragias nasales, y garantiza buenas cosechas. Puede ayudar a los hombres a abrir su lado emotivo femenino y a calmar la fiebre si se aplica en las dos sienes.
Cuando hay luna llena, los hombres pueden usarla para predecir el futuro colocándosela en la boca, pero las mujeres deberían evitarla durante ese período y también durante la menstruación.
La piedra de la luna, favorita entre los joyeros del Art Nouveau, es un regalo muy apreciado por los amantes, ya que despierta la energía afectiva. También acentúa el carácter de la persona que la lleva, ya sea éste positivo o negativo.
El brillo característico de la piedra de la luna recibe el nombre de ”Schiller” o adularescencia, y es debido al desarrollo conjunto de dos tipos diferentes de feldespato, que tienen también diferentes índices de refracción. Las piedras de la luna suelen tallarse dando a su cabujón una ligera forma de cúpula, para acentuar así este efecto.
La piedra de la luna tiene una amplia gama de colores, que van desde la variedad incolora hasta los colores gris, marrón, amarillo, verde o rosa. Su claridad puede ir de transparente a translúcida.
A veces, la piedra de la luna tiene un ojo, además del brillo. Una variedad relacionada de feldespato labradorita se denomina piedra de la luna arcoiris. Su brillo muestra diversos matices de los colores del arcoiris.
La variedad de piedra de la luna de mejor calidad tiene un brillo azul, una perfecta claridad y un cuerpo incoloro. La piedra de la luna de calidad no es muy frecuente y cada vez lo es menos. Se halla en Sri Lanka y en el Sur de la India. La variedad arcoiris puede encontrarse también en Madagascar.
Propiedades:
Las variedades de piedra de la luna conocidas como destello azul y arcoiris se han hecho muy populares últimamente. Esta piedra, que llegó a ser considerada abundante, en la actualidad es bastante escasa debido a la creciente demanda, con lo cual se ha producido un aumento de los precios.
A menudo, las piedras de la luna se tallan en trabajos en miniatura, siendo populares aquellas con caras del «hombre en la luna». El coste de los grabados puede situarse en la categoría de moderado cuando son muy poco frecuentes.