Cuando los sentimientos o las emociones no se expresan de manera correcta y son reprimidos, consciente o inconscientemente, es inevitable que finalmente ellos mismos se expresen, a través del cuerpo con el molestia o con la desequilibrio.
Antes de hablar de las emociones y de su relación con la respiración, es importante saber que sólo a través del autoconocimiento personal podemos sanarnos. ¿Qué significa esto?
Significa que, si realmente queremos dejar de tener molestiaes, malestares y desequilibrioes, ya sean respiratoria o de cualquier otra índole, es indispensable “darse cuenta”. ¿De qué? Pues de cuál es la causa profunda que está generando la desequilibrio y de ese modo, llegar al epicentro del problema y restablecer el equilibrio.
De nada sirve hacer desaparecer los síntomas, porque haciendo esto, lo único que se logrará, es ocultar la verdadera razón de la desequilibrio, y ésta, de vez en cuando reaparecerá, para que reparemos en la verdadera causa que la provoca. Es por eso, que hoy quiero hablarte de la importancia de la Reflexoterapia Podal Integral, ya que es una terapia que te facilitará el ser consciente de tu cuerpo, de tus emociones y de tus requerimientoes más profundas, como por ejemplo, utilizar la respiración conscientemente.
Aunque el acto de respirar suceda de manera permanente, no significa que realmente estés siendo consciente de la importancia de oxigenar todo tu organismo a través de ella. El tipo de respiración que lleves a cabo, afectará no solo a tú organismo sino también a tus emociones, y en el día a día, a la toma de decisiones.
Seguro que sabes que no puedes vivir sin respirar, pero realmente ¿eres consciente de tu forma de respirar y del gran trabajo que hace tu cuerpo al respirar? Para respirar, requieres a nivel físico que las funciones de las vías respiratorias y los órganos que las conforman: faringe, laringe, tráquea, bronquios, alveolos pulmonares y pulmones, sean ayudados por los músculos intercostales y el diafragma para que tu organismo, desempeñe la función fisiológica. Sin embargo el órgano mas importante de la respiración, el pulmón, energéticamente requiere del equilibrio de su órgano contrario y complementario: el intestino grueso, y ambos, afectarán al órgano más grande de todo el cuerpo: la piel.
Por todo esto, tenemos que considerar que los problemas respiratorios, no sólo afectan a las vías respiratorias, sino que pueden ocasionar disfunciones o trastornos en sus energéticos compañeros de viaje: intestino grueso y piel.
También tienes que considerar que, cada vez que respiras, todo tu cuerpo se está oxigenado y que automáticamente tu organismo toma oxígeno con cada inhalación y lo lleva hacia tu corazón, tus pulmones, tu sistema circulatorio y todos los demás sistemas, y con la exhalación, elimina el dióxido de carbono de todo el organismo liberándole de la toxicidad.
La tarea de los pulmones es la de hacer de frontera entre tu mundo interior y el mundo exterior. El ambiente interior debe ser protegido por un límite claro que defiende y define a la persona, para ello contamos con la piel que es como un pulmón externo. Ésta, también respira e intercambia sustancias con el medio externo, por eso, energéticamente está relacionada con los pulmones.
Los sistemas respiratorio y digestivo son los responsables de mantener la integridad del cuerpo para que no sean penetrados por los invasores y ayudan al sistema autoinmune en su función de protección.
Según la medicina china, la energía defensiva del organismo depende directamente de la fuerza de los pulmones y del colon.
Tu respiración y tus emociones
Psicológicamente hablando, los pulmones representan la capacidad de aceptar y recibir la vida. Los problemas con los pulmones, generalmente, significan que se tiene dificultad para aceptar la vida tal y cómo se presenta, o quizá, con que no se tiene derecho a vivir plenamente. Los problemas tienen que ver directamente con las emociones. La intensidad de la emoción es directamente proporcional a la profundidad y el flujo de la respiración.
Por ejemplo, la tristeza y la melancolía son emociones cien por cien relacionadas con los problemas respiratorios. Una forma de salir de estas emociones es coger el control de los pensamientos y hacer “algo” que entusiasme, que ilusione, que genere alegría de vivir. “El qué”, será lo de menos, lo importante será descubrir “el cómo” producir un cambio en el estado emocional, encontrar “algo” que nos conduzca hacia una sensación y hacia un sentimiento, que tire por la borda la tristeza y nos haga conectar con una nueva vivencia, que nos produzca una gran alegría de vivir.
Apegos
El ser humano se estanca por su incapacidad de soltar los recuerdos, es por eso, que constantemente se alimenta del pasado, y muchas veces, se queda en él sin darse cuenta que va creando bloqueos que no le dejan avanzar en el presente. Los apegos y los desapegos nos hablan de la dificultad de coger y de soltar vivencias esenciales y si están relacionados con el sistema respiratorio, pueden crear diversos problemas, como por ejemplo el asma.
En algunos asmáticos podemos observar como les cuesta soltar el aire que entro en sus pulmones, en este caso, estaremos hablando de personas con apegos, con dificultad de soltar temas sentimentales, ya que el pulmón está situado en la zona corporal que representa los sentimientos, es decir, en la zona de la caja torácica y por extensión energética, los brazos y las manos.
Otro tipo de asmático, es aquel que tiene dificultad para tomar aire, éstos ejemplifican a las personas que sienten que no tiene derecho ni siquiera a tener lo necesario, y dan a los demás su propio espacio y hasta su propio aire.Estas son personas que suelen tener grandes carencias afectivas y que generalmente, éstas, tienen sus raíces en la ausencia de un cuidado amoroso en su más tierna infancia.
Este tipo de asmáticos, sienten que tienen que dar todo para ser queridos, tenidos en cuenta y respetados, se olvidan de sí mismo, hasta el punto, de no permitirse respirar, ni tampoco darse un respiro. Las personas con tendencias apegadas, conectan fácilmente con la tristeza y con la melancolía. Para ellas, a veces es difícil salir por sus propios medios de esa tendencia, y cuando se está dentro de una profunda tristeza, no se es consciente de que se puede estar caminando hacia la bajón. Es en ese momento, cuando estas personas más ayuda terapéutica pueden requierer.
¿Quieres dejar que te ayude a ayudarte? Haz el siguiente ejercicio: escoge un momento grato e importante de tu vida. Ahora, respira lenta y profundamente, reteniendo el aire de la respiración. Al hacerlo, intensifica el recuerdo de un momento importante de tu vida y recréate en todos los matices y pequeños detalles de esa vivencia. Deja que te inunde la alegría, la calma, y la felicidad interna, que te produce este ejercicio.
Como puedes ver, eres el dueño absoluto de tus estados emocionales siempre que hagas lo necesario para serlo y que pongas todo tu empeño en ello. Por supuesto que a veces cuesta, pero para eso estamos los terapeutas, para apoyar y aportar recursos y herramientas que te hagan retomar las riendas de tu vida.
De ahora en adelante, cada vez que sientas emociones negativas, observa tu respiración, analiza si ésta es profunda o superficial. De ésta manera, podrás ser consciente de tus emociones y empezar a decidir cómo te quieres sentir.
Extraído del libro Reflexología Integral de I. Pérez Broncano