NO PERMITAS QUE NADIE TE ROBE LA ILUSIÓN
NO PERMITAS QUE NADIE TE ROBE LA ILUSIÓN

NO PERMITAS QUE NADIE TE ROBE LA ILUSIÓN

En nuestro caminar por la vida, nos encontramos con personas que van cerrando cada vez más su corazón, que van abandonando la confianza en sí mismos y en los demás. ¡Quizás seas tú el que estás cayendo en este estado!
NO PERMITAS QUE NADIE TE ROBE LA ILUSIÓN
A todos nos sucede que nos sumergimos en nuestro mundo interno decepcionados y desilusionados por algún fracaso en nuestro día a día.

Nos cuesta aceptar que es un proceso natural del ser humano y nos metemos en la “Rueda del hámster”. El llegar a este tipo de estados forma parte de nosotros. Lo más importante es tomar conciencia de lo que nos está sucediendo para poder salir de ello lo más pronto posible.

La no aceptación de las circunstancias, los sentimientos de culpa, el rencor, la ira… ahondar en los errores de nuestro pasado o la falta de reconocimiento pueden ser algunas de las causas que nos lleven a éste estado.

Sea cual sea el motivo, si sospechas que puedes estar cayendo en este estado, aquí tienes 10 consejos que te ayudarán a recuperar la normalidad, a salir más airoso de la situación en que te encuentras y a tomar el control de tu propia vida.

10 consejos para salir de la desilusión

1. Enfócate en lo positivo

Habitualmente nos sucede que ponemos nuestro foco en las situaciones negativas y nos olvidamos de todo lo positivo que nos ha sucedido.

Las personas tomamos decisiones y actuamos en base a dos objetivos principales: acercarnos al agrado y alejarnos del molestia. Aunque a simple vista las dos opciones parecen la misma, toman caminos opuestos: la primera nos enfoca al agrado y a lo positivo mientras que la segunda pone su foco en el molestia y en todo lo negativo.

Cambia el enfoque a todo lo negativo y conviértelo hacia un horizonte positivo.

2. Analiza la situación objetivamente

Ponte en el lugar del observador de la situación.

Elimina todos los sentimientos que te genera la experiencia y trata de verlo con diferentes ojos. ¿Y si fuera mi amigo o mi hermano quien está viviendo esta experiencia? ¿Qué opinaría al respecto si fuera una persona a la que no conociera? ¿Qué podría aconsejarle? ¿Cuál sería mi opinión de la situación?

Cambia cuantas veces puedas de perspectiva y seguro que aparecen nuevas soluciones.

3. Acéptate a ti mismo

No son las circunstancias en sí las que generan nuestros estados sino como nosotros las vivimos. Cada persona en este planeta somos únicas, con nuestras virtudes y nuestros defectos y tenemos que aceptarlo. Sé tú mismo y aprovecha y céntrate en tus virtudes y tus defectos comenzarán poco a poco a irse desvaneciendo.

Cuando alguien juzgue tu camino, préstale tus zapatos

4. Tómate un tiempo para el silencio

Intenta calmar ese diálogo interno que te roba tanta energía. Para comenzar, 5 minutos al día son suficientes.

Pon una música relajante y simplemente céntrate en tu respiración y en como entra y sale el aire de tus pulmones. Intenta no pensar en nada. También puedes hacerlo a la vez que das un paseo por un entorno natural. Te será de gran alivio y comenzará a acallarse esa voz interior negativa que tanto daño te hace.

5. Evita la auto-desvalorización

Somos muy dados a infravalorarnos cuando los vientos comienzan a soplar en contra. No me lo merezco, no sirvo, no valgo para esto… no… no… no… Nos ponemos todo tipo de trabas y esto solamente nos ayuda a seguir estancados en la misma situación. No te auto-engañes: si quieres, puedes. Elimina todos esos “NOES” de tu diálogo interno.

6. Pide ayuda

Apóyate en tu entorno y acepta el reto de pedir consejo. Al igual que hay personas que nos importan, nosotros también somos importantes para muchas personas y siempre tendremos a nuestro lado a alguien dispuesto a echarnos una mano.

Eso sí, no te lo tomes todo al pie de la letra como si fuera una verdad absoluta. Los demás tienen el derecho a opinar desde su punto de vista. Evita que sus opiniones te condicionen, integra lo que te aporte valor y no te tomes a mal aquello que te pueda ser una molestia.

7. Elimina los juicios

Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo emitiendo juicios que no nos conducen a ninguna parte. El juzgar cada situación lo único que hace es cargar más lastre encima de nuestros hombros. En la mayoría de los casos es como ponerle betún a la mierda. El pasado ya pasó y el futuro depende del ahora. En vez de juzgar, analiza los hechos y busca los “para qué” de la situación.

8. Examina tus hábitos

¿Qué estás haciendo ahora que antes no hacías? Y por el contrario, ¿qué hacías antes que ahora no haces? ¿Y qué otras cosas te gustaría hacer que aún no has hecho?

Busca en ti todas aquellas cosas que te ponían de novio con tu vida. Seguro que tienes varias cosas que te hacían perder la noción del tiempo cuando las vivías. Recupéralas de nuevo a tus hábitos y vete añadiendo aquellas que te gustaría haber hecho y nunca iniciaste. Será tu nueva gasolina para coger nuevo impulso.

9. Márcate tus propósitos

Coge un papel y un lápiz. La escritura ayuda a despertar tu parte creativa. ¿Qué te gustaría hacer o tener en tu vida de hoy a 1 , 2 ó 5 años?

Tómate tu tiempo para pensar en ello y ponlo por escrito. Esto te ayudará a recordar y a reforzar los propósitos contigo mismo. Habrá cosas que cambiarás a lo largo del camino. No te preocupes demasiado, simplemente escribe tus mayores anhelos y anhelos… unos se cumplirán y otros quizás pierdan valor. Es parte del camino. Hazlo y seguro que merecerá la pena.

10. Cumple tus promesas

Ya estás en el camino y la persistencia es el primer factor para el logro del éxito final. No importa lo duro que se ponga el camino ni la dificultad del objetivo final. Simplemente hazlo. La diferencia entre el fracaso y el éxito está en la persistencia y tú ya has comenzado el camino: “No abandones tu rumbo”.

Y tú, ¿te has visto en la tesitura de tener que salir de la desilusión alguna vez? ¿Qué te ha funcionado a ti?