Muchas personas acuden a terapia de Biodescodificación porque no comprenden el motivo por el cuál sus relaciones amorosas son un total fracaso.
Duran poco tiempo, se topan con parejas infieles, no pueden concebir hijos, se odian pero no pueden separarse, se consideran la “posesión” del otro, hay maltrato, etc.
Muchas son las variantes que pueden suceder en una relación de pareja, y, no todas positivas.
Y todas ellas, todas, tienen sus bases o causas en la historia familiar, la manera en que las relaciones amorosas han sido vividas y percibidas por nuestros padres, tíos, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos. Únicamente estamos heredando las emociones y los dramas que ellos vivieron.
Y si bien, todos merecemos vivir un gran amor, muy pocos lo logran acertada y positivamente. Es por ello que hasta se cree que es cuestión de magia o suerte.
Muchos de los problemas amorosos, ocurren en parejas ya formadas, ya casados, ya unidos, ya con familia, etc.
Algunos otros casos ocurren cuando las parejas apenas están intentando formalizar, o siquiera entender por qué no quieren formalizar o por qué se está con alguien que no anhela formalizar.
Para algunas personas, es un tema imposible, siquiera imaginar que el noviazgo o relación que mantienen actualmente llegue a matrimonio, pero aún así, insisten en mantener la relación, forzando las cosas y forzando a la pareja.
Y temo decirlo, la realidad más común es, que se está buscando el amor permanentemente, en todo momento y en todo lugar, como una requerimiento básica, prioritaria.
Y no se logra entender la razón por la que no se logra concretar nada, y esto es, porque estamos reparando. Sumado al hecho, de que también nuestra pareja, está reparando las historias amorosas de su propio árbol.
De ahí la explicación a por qué vivimos flechazos de amor, amores a primera vista, matrimonios por compromiso o arreglado, matrimonios que no nos importan, divorcios, separaciones no oficiales, muchos hijos o pocos o ninguno, hijos enfermos, y varias posibilidades dramáticas más.
Todo surge de manera casual, inconsciente, sin darnos apenas cuenta y éste hecho, es lo que hace, que nos enredemos como en una telaraña sin poder salir.
Y las variantes pueden ser muchas:
Tengo casi 40 años y no consigo encontrar una pareja.
Siempre me relaciono con hombres casados.
Siempre me relaciono con hombres que me dejan.
Estoy casado y con hijos pero no amo a mi esposa.
Siempre he engañado a mis novias.
No sé lo que es un orgasmo.
Todas mis relaciones actividades parecen violaciones.
Hacer el amor sólo es para tener hijos.
Yo no haré el amor hasta casarme de blanco.
Sólo soporto a mi marido, si yo tengo amantes.
Me embaracé para atrapar a mi marido.
Me casé porque ella estaba embarazada pero no la amo.
Siempre engaño a mi mujer con sus amigas.
No funciono actividadmente con mi esposa, con todas las demás sí.
Uno pudiera pensar entonces, que sólo es mala suerte, y dejar que pasen y pasen los años, viviendo malos amores.
En Biodescodificación, sabemos que hay un por qué, una razón lógica, coherente y comprobable de que la causa no es la mala suerte. Hay un origen y hay que liberarlo, tomar consciencia y crecer.
Podemos entonces, estar arrastrando nuestra pésima vida amorosa a causa de:
Fidelidades Familiares Invisibles.
Proyecto sentido.
Transgeneracional.
Los Ciclos Biológicos Memorizados.
El Síndrome de Aniversario.
De sobra hay que decir, que si no hay datos familiares, no se puede “adivinar”. Se requieren las pistas, los nombres, las fechas, la historia.
No podemos salir en búsqueda del tesoro, si no existe un mapa. Algunos ejemplos del Dr. Salomon Sellam al respecto del tema amoroso:
1. Una quiebra familiar del ayer puede ser gestionada hoy día por medio de una carencia crónica de dinero debida al mantenimiento del “deber de fidelidad”.
O puedo vivir dicha quiebra como una requerimiento de ganar mucho dinero, por lo tanto, yo la puedo estar reparando, buscando siempre parejas con mucho dinero, casándome con ricos herederos o herederas, sin que el amor cuente.
Sólo por interés y conveniencia.
2. Un niño que fallece en edad temprana en alguna línea de la familia, puede llegar a mí como carga y yo lo puedo estar “pagando” con mi esterilidad, un deseo de no tener hijos (porque se mueren), o ser “fiel” al molestia familiar, siendo yo un yacente.
En el amor, puedo reparar al niño ido, teniendo yo gemelos (uno para mí y el otro para tapar el hueco dejado por el niño ido). O puedo buscar una pareja que quiera muchos hijos, y vivir embarazada y pariendo todo el tiempo, porque “debo” reponer al niño ido, y entre más niños, menos molestia.
Mi relación no importa, no importa si me aman o no, yo debo tener hijos, muchos.
3. Un desorden amoroso en alguna línea de mi árbol genealógico, puede estarme obligando a repetirlo.
Si mi abuela ha sido engañada todo el tiempo, ha tenido que soportar a un marido con otras esposas y otras familias, por fidelidad familiar, yo debo vivir la misma circunstancia, soportarla y aguantarla. La fidelidad familiar me obliga a soportar cosas que yo conscientemente no haría.
4. Mi bisabuelo enviudó e inmediatamente se casó con la hermana de mi bisabuela porque él quería un heredero y sólo tenía hijas mujeres, buscaba al niño.
Yo por fidelidad familiar, me he casado con un hombre y al irse éste me he casado con su hermano.
He tenido muchos abortos, todos naturales, todas niñas.
De mi actual pareja, no lo amo, no comprendo por qué lo hice, sé que está mal, pero no puedo dejarlo (no puede porque está buscando al niño), debe tener al “heredero”.
Se oye fácil, a veces, uno piensa que es cuestión de inteligencia, de preparación, de fuerza, pero los inconscientes se atraen.
Existe “algo” que hace que nos enamoremos de parejas incorrectas, que no podamos soltar relaciones tóxicas, que no podamos sentirnos amados en las relaciones. Y es que está determinado por nuestras historias familiares, ni más, ni menos.
-Elizabeth Romero y Edgar Romero-